(Adhesiones:
La ciencia se ha convertido
en una parte esencial de nuestra sociedad sin cuya contribución es
impensable mantener y mejorar los niveles de progreso, tecnología, calidad de
vida y conocimiento que nos hemos impuesto como objetivos para el siglo XXI. A pesar de ello, está
emergiendo en los países desarrollados
una corriente política global que minusvalora, cuando no ignora, el
papel de la ciencia en nuestras vidas con el resultado de un inexorable deterioro en la salud y el
medio ambiente, y un creciente menosprecio por el conocimiento que se ve
sustituido por interpretaciones de la realidad alternativas a las que proporciona
la ciencia. Todo ello, combinado con la inoculación y exaltación de la
ignorancia genera, en no pocas ocasiones, reacciones contra la libertad de
colectivos socialmente frágiles, socavando así el sentido profundo de la
dignidad humana.