X

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

domingo, 23 de agosto de 2015

Ayoub El Kahzzani: creando nuestros propios "terroristas"


Aunque la información no sea todavía completa ni segura al cien por cien, parece que, en el caso del aparente intento de atentado del pasado viernes en un tren francés, nos encontramos ante un ejemplo más del "éxito" clamoroso de la política antiterrorista europea (y española, en particular).

En efecto, según las informaciones de prensa (que, como decía, hay que tomar aún cum grano salis), procedentes todas ellas de fuentes policiales, el acusado del intento, Ayoub El Kahzzani, es uno de los hijos de una familia marroquí que, después de la emigración de su padre a España, vinieron tras él en un proceso de reagrupación familiar. Aquí adquirieron la residencia legal. Vivieron, como es habitual en la mayoría de las personas migrantes que llegan a España (más si son africanas o magrebíes) en la pobreza, la marginalidad y la discriminación. El hijo, habitando en ese ambiente, se metió en el menudeo y el pequeño tráfico de drogas. Víctima de la "inteligente" y "humanitaria" política de integración social española de las personas migrantes.

Fruto, luego, de nuestra "inteligente" política criminal en materia de drogas, fue detenido y encarcelado, imagino que por una respetable cantidad de años Y, en prisión, abandonado como -puedo imaginar- que estaría, al parecer fue acogido por algún grupo de presos adeptos a alguna versión fundamentalista y radicalizada del islamismo. Por supuesto, sin ningún género de intervención por parte de la institución penitenciaria, que no sólo no contribuyó a resocializarle (ni hay medios ni voluntad... ni parece tener sentido, si luego, en el exterior, vas a seguir discriminando y marginando al ex convicto), sino que contribuyó de manera esencial a desocializarle aún más.

Gracias sean dadas, pues, a nuestra brillante política pública: en España creamos (si es que la información periodística resulta creíble), de la nada, a un "terrorista".

Luego, por supuesto, la policía española le metió en un fichero de personas "de riesgo". Fichero que compartió con otras policías europeas... Y que, como se ha podido comprobar, apenas sirvió para nada: si el atentado no tuvo lugar, fue por casualidad, no por la eficacia policial.

Y, de todas formas, la pregunta no es si la policía fue o no eficaz al impedir el atentado (al fin y al cabo, es imposible prevenir y evitar cada posible delito que pueda cometer cada persona dispuesta a ello). La pregunta crucial es qué necesidad teníamos de haber llegado a esto: a crear, merced a una política pública (no sólo contraria a los derechos humanos, sino además) ineficiente, nuestros propios "terroristas"... lo que, luego, conduce, a los mismos que han diseñado y aplicado políticas fracasadas, a justificar nuevas políticas represivas y nuevos recortes de libertades. Que también fracasarán, en un infernal círculo de incompetencia y autoritarismo. Que alguien debería cortar.


Más publicaciones: