"Seigneur! Seigneur! Musique et Poésie m'ont
conduit vers Toi: par image, par symbole et par
défaut de Verité."
Las personas aficionadas al arte y a la música estamos habituadas a enfrentarnos al arte sacro: en Occidente, como en muchas otras culturas, los poderes religiosos han sido -y, a veces, siguen siendo- tan fuertes que han patrocinado buena parte de la creación expresiva, instrumentalizándola para sus propios fines, en una relación de (sospechosa) simbiosis entre artistas y clérigos.