Creo que este poema de José Ángel Valente tiene algo sugerente que decirnos acerca de nuestras inquietudes políticas presentes:
"Acuérdate del hombre que suspira..."
En el centro de la ciudad o del mundo,
en su jadeante corazón,
en sus plazas,
en las brillantes avenidas
de Nueva York o de París,
pulidos escuadrones
se suceden, discuten, empapelan
el destino del mundo.