X

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

martes, 19 de abril de 2011

"La resa dei conti", de Sergio Sollima


Cabe dudar de si la mera expresión de actitudes (emocionales, morales) constituye ya, en sentido estricto, algún discurso. Un neopositivista lógico lo negaría, desde luego. Nosotr@s, sin embargo, contemporáne@s, tendentes a -o comprensivos con- el irracionalismo, nos inclinamos a admitirlo, siquiera sea como posibilidad. Y, si esto es así, entonces La resa dei conti es una encarnación estética de un verdadero discurso, político. Mas no en otro caso.

En efecto, la película que en 1966 dirigió Sergio Sollima, una de las expresiones máximas del llamado "eurowestern" (o, más despectivamente, "spaghetti western"), nos muestra, a través de una dramatización expresionista, crispada, teatral, una historia de perseguidores y perseguidos. El hieratismo y la pantomima de los actores (Tomás Millán, especialmente, pero también Lee Van Cleef), la violencia de los encuadres (en comparación con el canon clásico), se ponen al servicio de un discurso cerradamente maniqueo, de neto espíritu pulp. Sobran los matices.

En el trasfondo, un paisaje desértico, de apariencia casi lunar. Unos personajes que, aun cuando en verdad sean auténticos estereotipos del género, aparecen casi como extraños seres, opacos. Y la destacable música de Ennio Morricone, que añade aún más extrañeza.

Una suerte de western fantástico -si es que tal subgénero resulta de recibo-, al servicio de las más bajas pasiones políticas (por simplistas... y aunque sean de signo progresista).


Más publicaciones: