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viernes, 3 de septiembre de 2010
Otra vuelta en torno a Woody Allen: comedia burguesa, banalidad y existencialismo
Ayer, viendo la última película de Woody Allen (You will meet a tall dark stranger: nada de particular que reseñar acerca de esta mediocre farsa de fantoches, con un argumento manido y simplón, mal interpretada -con honrosas excepciones- y mal rodada), me preguntaba: ¿tendrá razón Woody Allen, y estaremos abocados a la banalidad que sus personajes -aun en sus mejores películas- revelan? ¿Es cierto que somos un montón de fantoches sin sustancia, y que ese "cuento contado por un idiota, lleno de ruido y de furia, que no significa nada" -de que hablaba Shakespeare- que es la existencia humana no resulta ser, en realidad, sino un fantástico guiñol de marionetas encarnadas (de aquellas que Valle-Inclán manejaba con maestría en sus últimas obras teatrales)?