En el nº 275 (diciembre 2010) de El Viejo Topo se traduce, del original francés, esta conferencia de Jacques Ranciére, en la que se propone una tesis clarividente (por lo demás, bastante obvia, salvo para los "progres" de salón obnubilad@s por la cháchara periodística y política): que la idea de un racismo popular (de derechas) que hay que combatir resulta muy util para ocultar el racismo institucional (frío, racional, "civilizado"... "progresista"), que no se expresa en eslóganes o en emociones, pero que resulta mucho más mortífero, dado que se plasma en las políticas (racionales "civilizadas") de los estados occidentales. Y todo ello, bajo la excusa del "progresismo" y de la "civilización" (feminismo, derechos humanos, laicismo,...).

(¿Hay que recordar, para documentar esta afirmación, la vergonzosa actitud de muchos -sedicentes- "progresistas" en, por ejemplo, la polémica acerca del velo y, en general, en la promoción de la islamofobia?)